No suelo incluir colecciones de pasarela en los posts, porque es verdad que están al alcance de todos y a veces nos empachamos de verlas... pero esta vez no me he podido resistir. La colección Alta Costura Primavera-Verano 2017 de Dior es un auténtico sueño.
Maria Grazia ha
debutado por todo lo alto en la Alta Costura, creando un jardín, un
laberinto encantado en París.
Después de
su éxito en prêt-à-porter con las camisetas que no hemos parado de ver
con el mensaje “We should all be feminists”, una entrada reivindicativa
y muy potente en la Maison, vuelve a sorprendernos con un gran giro, en esta
ocasión, igualmente potente pero mucho más delicada y poética.
Chaquetas
de sastre en organza, vestidos bordados, mucho negro en contraste con colores
suaves y pasteles, plisados en tejidos ligeros y maravillosos tocados y
máscaras, obra del sombrerero Stephen Jones, con inspiración en la naturaleza
(flores y e insectos) que ponían la guinda a cada look.
“Después de las
mujeres, las flores son las creaciones más divinas que existen. Son tan
delicadas y encantadoras... Y hay que tocarlas con cuidado”, dijo el couturier,
desaparecido en 1957.
Efectivamente parece que todos deberíamos ser
feministas: Un debut absolutamente impresionante que nada tiene que envidiar a
sus antecesores Raf Simons y Galiano.