Se
acerca el final del verano y poco a poco vamos reincorporándonos a la vida
real. Por fin en Madrid bajan un poco las temperaturas y se puede pasear por el centro. En uno de esos
paseos, hace unos días, descubrí Mistura; Me habían hablado de esta nueva
heladería artesanal rodeada de tiendas de zapatos en la calle Augusto Figueroa,
al lado de Fuencarral, una de mis zonas favoritas para ir de tiendas.
Me tomé mi tiempo para elegir entre la variedad de sabores y complementos
(cookies, frutas, frutos secos, siropes, chocolate, etc…)
Al
final opté por helado de yogur con sandía recién cortada y pepitas de
chocolate, y acerté.
Carlos,
a pesar de que el local estaba lleno, soltó durante un rato las espátulas
para contarme como su socio Carmelo y él se han embarcado en este proyecto.
“Estábamos viviendo en India los dos.
Habíamos acabado la carrera, y empezamos a trabajar, yo en Banca de Inversión y
Carmelo en consultoría, no nos gustó nada; decidimos irnos fuera, yo a Nueva York y Carmelo a La India. Cuando fui a India a verle, estábamos
ahí viviendo los dos y había un local que siempre estaba lleno de gente y nos
llamó la atención. Un día paramos, entramos y vimos la famosa piedra, entonces
volvimos a España, diseñamos esta piedra con la ayuda de un ingeniero, la
patentamos y luego creamos todo el concepto entorno a la piedra.”
Cuando
habla de “la piedra” se refiere a la técnica que diferencia a Mistura de otras heladerías, una plancha de granito a -20ºC donde se mezclan
a mano y con dos espátulas los sabores de helados y los complementos.
También
los diferencia una elaboración totalmente artesanal en la que utilizan leche
fresca de granja, fruta natural y materias primas como pistacho de Bronte o
avellana piamontesa.
“Tenemos un
maestro heladero y un obrador a las afueras de Madrid que hacen los helados”.
Mistura
habla de sus creadores, desprende ilusión, creatividad y cuidado de todos los
detalles.
“Llevamos abiertos casi tres meses y de
momento estamos muy contentos, sobre todo porque estamos haciendo lo que nos
gusta, que es muy diferente a lo que hacíamos antes. A la gente le gusta, vuelven.
Quizá lo más complicado fue encontrar productores locales, con las calidades
que buscábamos, cuyos métodos de producción fueran realmente artesanales,
porque ahora en todos lados ponen “pan artesano” o “helado artesano”,
“natural”… y eso fue quizá la tarea más dura, pero al final poco a poco fuimos
encontrando lo que queríamos”.
Me
llama la atención también el diseño del local, en tonos claros y pasteles,
madera... no sólo es un sitio agradable, también respetuoso con el
medioambiente.
“La estética del sitio queríamos que recordara un poco a los de la zona de Brooklyn y a la vez que todos los materiales fuesen reciclables o hubieran sido reciclados, entonces investigamos un poco, hablamos con un estudio de diseño que se llama “Madrid in Love”, madrileños, nos hicimos amigos del diseñador, Juan Luque y empezamos a trabajar con ellos.”
El
helado estaba delicioso, pero yo no soy muy heladera y como ahora llega el
frío, tuve que preguntar, ¿helados y qué más?
“Hacemos cafés, tés, chocolate
caliente, zumos naturales, ensaladas de frutas, batidos de helado, y para
invierno sacaremos una gama de repostería tradicional americana: cookies,
brownies, cupcakes, tartas y también algo de repostería francesa, gofres y
crepes, y siempre con la idea de que se pueda personalizar para cada cliente”.
Yo
ya estoy deseando probar la colección de invierno.
C/ Augusto Figueroa, 5
Abierto de 10:00 a 22: 00
(Viernes y sábados hasta las
24:00)
♥